Te soy de corazón y estoy manchado de sangre hasta la luz. Mis manos rojas sostienen los zafiros donde brilla tu mirada en el centro de lo azul: muerte tan necesaria como yo.
Amo poemas y a poetas, son míos. ¿Alguien puede negarme el agua o la belleza? Poemas y poetas: los elijo, los leo en voz baja, copio sus versos a ver si aprende mi mano, o mi silencio. Míos, poemas y poetas vivos, iluminadores, inmutables.